A 5 años de la masacre en Nochixtlan y la batalla en Hacienda Blanca


Por La Marx México

Este 19 de junio de 2021 se cumplen 5 años de la masacre en Nochixtlan, Oaxaca y la posterior batalla en Hacienda Blanca.

En esas fechas, 34 puntos neurálgicos del sistema carretero que comunica a todo el Estado de Oaxaca se encontraba bloqueado por padres y madres de familia, campesinos, estudiantes y docentes de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.

En mayo de 2016, la Sección 22 del magisterio oaxaqueño, estalló una huelga en demanda de la derogación de la reforma educativa aprobada en el año 2013 por la Cámara de Diputados, cuya mayor afrenta, era el despido inmediato a todo aquel que se negara a presentar la evaluación punitiva o faltase 3 días consecutivos a su centro de trabajo (quedando anulado en los hechos el derecho de huelga), esto según lo marca la Ley General del Servicio Profesional Docente.

La actitud de Enrique Peña Nieto (Presidente de la República), Miguel Ángel Osorio Chong (Secretario de Gobernación), y la Secretaría de Educación Pública era desafiante, ningún canal de diálogo se abrió con el magisterio disidente en la medida que la huelga no fuera levantada, el único camino para el gobierno federal, era arrodillarse frente a su poderío, pero no fue así.

Durante todo el mes de mayo y junio, hubo diferentes intentonas para debilitar a un movimiento que fue impulsado no solo por las y los docentes, sino también por padres y madres de familia de diversas regiones del estado, principalmente Miahuatlán y la Mixteca, estábamos ante un movimiento con mucho empuje y superior en cuanto a capacidad de movilización si lo comparamos a la insurrección de 2006.

Suenan los tambores de guerra

Los primeros enfrentamientos se dieron en el Instituto Estatal de Educación Pública, donde la Policía Federal intentó doblegar el plantón que la Sección 22 mantenía, este instituto fue tomado militarmente a mediados del año 2015 por la Policía Federal. En esta y en diferentes escaramuzas, los policías federales fueron derrotados de manera consecutiva ante un magisterio rebelde, combativo y experto en el arte de la guerra.

Ante tal escenario, y como en toda guerra, el factor sorpresa nunca fue menospreciado por ninguna de las dos fuerzas, una preparada militarmente para reprimir, encarcelar, torturar y asesinar; la otra forjada en más de 500 años de resistencia contra la conquista europea, los distintos cacicazgos y gobiernos en turno. Ya el pueblo oaxaqueño había derrocado a Manuel Zarate Aquino décadas atrás y enfrentado una pelea a muerte contra el asesino y represor Ulises Ruiz Ortiz en el año 2006.

Cuando se quiere debilitar al campo enemigo, más especialmente, a un movimiento sindical o popular, lo primero es decapitarlo: Se giraron órdenes de aprehensión contra la mayoría de los líderes magisteriales, se organizó un boicot financiero al Comité Ejecutivo Seccional del magisterio, y se ordenó a todos los maestros comisionados presentarse en sus centros de trabajo.

Muchos compañeros de la dirección seccional, se cambiaron de look, dejaron de asistir al edificio sindical por temor a la represión administrativa o simplemente tiraron la toalla.

Otro sector muy activo desde los distintos centros de trabajo, zonas escolares y comunidades rurales con mucho arraigo, se mantuvieron activando, informando a sus compañeras y compañeros, a los padres de familia, generando y construyendo las condiciones para una huelga como la estallada en mayo.

La dirección magisterial, tras las rejas


En octubre de 2015, varios compañeros que activaban sindicalmente como Othón Nazariega, Roberto Abel Jimémez, Juan Carlos Orozco Matus, Heriberto Magariño y Efraín Picazo, fueron apresados trasladados a penales de máxima seguridad.

En la televisión mexicana, varios de estos compañeros fueron presentados como delincuentes y subidos a un avión de la Policía Federal después de haber recibido una golpiza brutal.

El 11 de junio, Francisco Villalobos (Chico Pelón), que fungía como Secretario de Organización de la Sección 22 es detenido. Dos día más tarde, el Secretario General Rubén Nuñez Gines, Secretario General del sindicato magisterial, también es detenido.

Con los principales dirigentes del movimiento magisterial tras las rejas, pareciera que todo estaba perdido para la causa de los de abajo, "los nadies" de los que hablaba Eduardo Galeano, parecía que era ineludible la victoria del gobierno federal al costo que fuera, pero quien puede llegar a pensar eso, es porque no conoce a la heroica y combativa sección 22, como tampoco conoce la capacidad de combate, resistencia y heroicidad del pueblo oaxaqueño.

Comienza la resistencia

Una vez estallada la huelga, y con las dirección del sindicato tras las rejas, se instaló (como se acostumbraba cada año) un plantón en el Zócalo de Oaxaca capital, impulsado tanto por docentes, como por padres y madres de familia, llegando a ser este sector mucho más combativo y disciplinado que la plantilla docente en muchos casos, tan es así, que muchos padres de familia tuvimos que tomar escuelas, cerrarlas y empujar a la plantilla docente para estallar en paro. En el caso de muchas comunidades, no se aceptaría de vuelta en ningún centro de trabajo a ningún docente que no se presentara a la jornada de lucha y al plantón.

Pasaron las elecciones del 6 de junio, la mayoría de las corrientes oportunistas a lo interno de la Sección 22 orientaron hacia el cuidado de las urnas en la jornada electoral, tratando de desbaratar la resistencia que había costado meses construir, lograron debilitar el plantón y desmovilizar a miles de maestras y maestros, sin embargo, las movilizaciones en las distintas regiones del Estado de Oaxaca continuaron, antes y después de las elecciones.

Dos semanas antes del 6 de junio, un planteamiento táctico se había planteado en la asamblea estatal, desde los sectores más combativos y consecuentes del gremio: el bloqueo de las 34 arterias del sistema carretero de Oaxaca

En un inicio, la propuesta no pudo consolidarse porque la mitad del gremio estaba pensando en la jornada electoral, los grupos oportunistas prometían que si ganaba el candidato de Morena (un narcotraficante llamado Salomón Jara), la reforma educativa en Oaxaca no pasaría.

Salomón Jara perdió las elecciones frente al PRI, y el plan de activar los bloqueos carreteros comenzó a tomar fuerza. A pesar de que fue un acuerdo en la asamblea estatal, llevó al menos una semana activar el plan de acción a nivel estatal, una vez echado a andar este plan, fue un éxito rotundo, pues contó con el apoyo de amplias capas de la población.

La respuesta del gobierno federal no de hizo esperar, en los medios de comunicación se hablaba de que la huelga magisterial era repudiada por los padres de familia y la sociedad en general, la realidad apuntaba en otra dirección.

Dos mil elementos de la Policía Federal arribaron al aeropuerto Benito Juárez en la capital de Oaxaca, en un par de horas se aglutinaron 10 mil docentes en dicho aeropuerto para impedirles el paso.

En el transcurso de la semana previa al 19 de junio, el gobierno federal estuvo movimiento sus piezas en lo que en el argot militar se conoce como "guerra de posiciones". El movimiento magisterial y popular estaba haciendo lo propio en el mismo sentido.