8M: Día internacional de la mujer trabajadora
Por La Marx México
La historia del feminismo en México se remonta a finales del siglo XIX, desde Sor Juana Inés de la Cruz hasta el movimiento de las "leyes de reforma" del juarismo que abogó por la separación de la iglesia del estado incluso, en el terreno educativo, inaugurando instituciones educativas como "La Escuela Nacional Secundaria para Señoritas" en 1869, cuya directora María de Belém y Méndez señaló en un discurso:
"Nada hay más útil e interesante, que la educación de la mujer, [...ninguna nación] ha alcanzado el refinamiento de la civilización hasta que no se ha ocupado de la mujer. ¡Una nueva era comienza hoy!".
6 años más tarde, se incorpora la enseñanza de la pedagogía en dicha institución, convirtiéndose en los hechos en una Escuela Normal, que se formalizó en 1888 durante el régimen porfirista en la Escuela Normal de Profesoras. El magisterio fue la primera profesión conquistada por las mujeres en nuestro país.
El régimen porfiriano no vio con buenos ojos los avances del movimiento de las mujeres que, fueron conquistando poco a poco el acceso a la educación superior, afirmando que quienes accedían a una carrera profesional "tendían a masculinizarse".
En 1884, la escritora guerrerense Laureana Wright fundó la primera revista feminista en México, bajo el nombre de "Las hijas del Anáhuac", donde daban cuenta entre otras cosas, de los avances del movimiento sufragista de las mujeres norteamericanas, abogando por la igualdad en derechos de los dos sexos. Los ideólogos porfirianos como Horacio Barreda afirmaron que las ideas feministas atacaban "la integridad de la familia y marcaban un retroceso hacia la sociedad matriarcal".
Desde el año 1883 bajo la influencia de "Las hijas del Anáhuac", las mujeres mexicanas fueron exigiendo con cada vez mayor fuerza el derecho al voto. En palabras de Patricia Galeana:
"El acceso de la mujer a la educación y al magisterio hizo que las mujeres pasaran de maestras a revolucionarias. Se organizaron en clubes de mujeres contra la dictadura porfirista".
A finales del siglo XIX, más de la mitad de las mujeres mexicanas se encontraban ya, laborando en las fábricas, destacando el papel de movimientos sindicales como el de "las saraperas" en Puebla o "las cigarreras" en la Ciudad de México. Muchas más se solidarizaron con el movimiento obrero de Cananea. En 1907, Lucrecia O. Toriz, mejor conocida como "La virgen roja" se enfrentó al ejército impulsando la huelga de Río Blanco en Veracruz.
De manera simultánea, el 8 de marzo de 1907, se celebra en Stuttgart, Alemania, la I Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, donde Clara Zetkin, Alejandra Kollontai y Rosa Luxemburgo impulsan una resolución que resume de manera programática la lucha de las sufragistas norteamericanas e inglesas para realizar una campaña internacional por el derecho al voto como parte de la lucha por la emancipación económica y política de las mujeres.
En mayo de 1908, la Federación de Clubes Socialistas de Chicago convoca a celebrar el "día de la mujer" en un teatro de la ciudad, mismo que es asumido el año siguiente por el Partido Socialista norteamericano, el objetivo es claro: "era obtener el derecho de voto y abolir la esclavitud sexual" .Del 22 de noviembre de 1909 al 15 de febrero 1910 se desarrolla una huelga de las modistas por el derecho a sindicalización, en la que 600 mujeres fueron detenidas, una vez levantada y en la víspera del 8 de marzo, las obreras y militantes aglutinadas en torno al Partido Socialista se dedican a preparar una jornada internacional de lucha; la propuesta es llevada a la Internacional Socialista y es debatida en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhage, Dinamarca; donde se acordó designar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La primera celebración internacional se produjo en 1911, con fuertes movilizaciones en Austria, Dinamarca, Alemania y Suecia, en la que participaron más de un millón de trabajadoras y trabajadores.
Dos semanas después, el 25 de marzo, 146 trabajadoras mueren durante el incendio de la fábrica de ropa Triangle Shirwaist en Nueva York, es decir: un asesinato industrial. Al estallar la Primera Guerra Mundial, millones de obreras europeas ingresan al ejército industrial, llevando simultáneamente la carga económica y del hogar, mientras que sus esposos son enviados a la guerra y muchos de ellos mueren en el frente, comienza un proceso masivo de sindicalización y en muchos países ganan el derecho al voto, siendo los partidos socialistas y laboristas quienes capitalizan en las urnas este descontento.
El 8 de marzo de 1917, las obreras rusas votan el estallido de un movimiento huelguístico, enviando delegaciones a los centros de trabajo de los obreros metalúrgicos para que se sumen al movimiento, en total 900 mil obreras y obreros se lanzan a la huelga que toma tintes insurreccionales y hace caer a la autocracia zarista, en resumen, el día de la mujer marca el inicio de la revolución rusa. Al calor de la misma, las mujeres rusas conquistan el derecho al divorcio y al aborto, conquista que les es arrebatada por el régimen estaliniano años más tarde.
En México destaca el papel revolucionario de las mujeres en las luchas campesinas del zapatismo, las famosas soldaderas, acostumbradas a cargar un fusil en el hombro para derrocar al tirano Porfirio Díaz. A pesar de que los principales caudillos eran varones, las mujeres mexicanas siempre estuvieron al pie del cañón y fueron parte fundamental de la guerra revolucionaria. Al final del proceso, fueron las tendencias reformistas (los famosos perfumados) quienes asumieron el poder del Estado, pues las dos principales tendencias plebeyas (además del magonismo) decidieron no asumir el poder estatal bromeando en la silla presidencial que ocupaba Porfirio Díaz al grito de "¡aquí espantan!". La política no conoce el vacío y este fue ocupado por el maderismo, al paso de los años, en el movimiento obrero los grupos estalinistas denigraron el papel de la mujer tachando sus reivindicaciones como "desviaciones pequeñoburguesas".
De ese extravío que duró varias décadas, aún no ha salido buena parte de la izquierda mexicana. Empezando por el partido que está en el poder y su principal caudillo, a quien el poder le ha suprimido el pensamiento. Ciego, sordo y mudo ante la ola de feminicidios que azotan a nuestro país y los escándalos por acusaciones de abuso sexual contra Félix Salgado Macedonio, el ejecutivo federal prefiere cerrar los ojos ante la barbarie y acorazarse en un monólogo sin pies ni cabeza.Que la historia nos juzgue y ponga a cada quien en su lugar. El de López Obrador y la mal llamada 4a Transformación es nada menos que el del basurero.
Marzo de 2021