El pasado 2 de junio se realizaron las elecciones presidenciales, al mismo tiempo se definieron 128 senadurías y 500 diputaciones federales, teniendo una lista nominal de poco más de 99 millones de electores, Morena ganó con casi 36 millones de votos ( es decir, el 36.53% de la lista nominal de electores), la coalición PAN-PRD-PRI obtuvo 16 millones y medio de votos (16.75%), mientras que Movimiento Ciudadano tan solo obtuvo 6 millones de votos (6.30%).

El dato mas impactante de la elección es que poco más de 40 millones de personas se abstuvieron de ir a votar, mientras que 1 millón 400 mil votaron nulo, de conjunto, 41 millones 852 mil personas (más del 42 %) no votaron por ningún candidato, y rechazaron todas las candidaturas capitalistas que aparecieron en la boleta electoral.

Los resultados reflejan un crecimiento del rechazo de la población a las candidaturas defensoras del sistema capitalista. Comparando los datos de esta elección con las elecciones presidenciales del 2018 donde participó el 63% de la lista nominal de electores, la participación en el 2024 descendió al 57%, demostrando que casi la mitad de la población no apoyó ni votó por ninguna de las coaliciones capitalistas que se presentaron.

México se une a una oleada mundial de rechazo a la falsa democracia de los ricos

Como lo explicamos en el documento mundial de La Marx International que puedes leer aquí, lo que expresa el resultado de las elecciones en nuestro país, forma parte de una "ola abstencionista" que recorre el mundo en rechazo a la democracia burguesa, un proceso que comenzó a desarrollarse con fuerza alrededor del año 2021,  cuando los porcentajes de abstención y voto nulo (conocido como "voto en blanco en otros países") comenzaron a aumentar ante el descrédito de la falsa democracia de los ricos. Este fenómeno ha sido muy notorio en países como Venezuela, Italia, Brasil, Perú, Irak, Chile, etc. donde la abstención alcanzó casi el 50%. Aunque a decir verdad, en países en donde el gobierno es repudiado ampliamente por la mayoría de la población (como Nicaragua), los índices de abstención llegan a ser de hasta el 80%.

El derrumbe de los partidos políticos, y organizaciones que fueron la dirección del movimiento de masas por décadas impacta en la democracia burguesa, porque el régimen democrático burgués se asienta en los partidos políticos burgueses, y reformistas. Dicho de otro modo, si estas instituciones de la democracia burguesa se derrumban, se derrumba también el régimen político.

En nuestro país el derrumbe del PRI el partido que durante 70 años dominó el régimen político de nuestro país, ha llevado al surgimiento de Morena, una coalición patronal, y defensora del capitalismo que intenta sostener y preservar el régimen de los capitalistas. La cuestión es que Morena se muestra como de "izquierda" o "progresista", pero está integrada por cientos de priístas que se han refugiado en dicha coalición.

Casi la mitad de la población le dio la espalda a la "mentira de la 4ta Transformación"

A pesar de los millones de dólares invertidos en la campaña electoral, la presión de los medios de comunicación, el unánime llamado a acudir a las urnas por parte de todas las coaliciones políticas, el llamado de las direcciones de las organizaciones sociales sociales y sindicales abrazadas a los diferentes partidos capitalistas y sus respectivos candidatos, la Iglesia Católica, así como de los diferentes grupos religiosos y sectas religiosas, además del apoyo de prácticamente todo el aparato del Estado, más de 41 millones de personas, rechazaron contundentemente este llamado. El hecho de que casi la mitad del país haya rechazado el circo electoral, la falsa democracia de los ricos y las multinacionales, representa un avance en la conciencia del pueblo mexicano en términos cualitativos.

Los medios de comunicación capitalistas se empeñan en mostrar a Claudia Sheinbaum como una "triunfadora". Mienten publicando cifras distorsionadas porque solo toman en cuanta la mitad de la población que fue a votar, pero niegan la existencia de los 41 millones que no votamos por nadie. Sin embargo, todos estos fraudes y mentiras no pueden ocultar varias cosas: Por un lado que las elecciones presidenciales 2024 han colocado claramente a la vista el fin y la agonía de los viejos partidos capitalistas como el PRI, PAN o el PRD. Por otro lado, y a no equivocarse, el hecho de que la bofetada de ésta elección se la lleva la autodenominada "Cuarta Transformación". Claudia Sheinbaum con todo el aparato del estado a favor logró apenas el 36% de la lista nominal de electores, lo cual implica que el 64% del país no la votó, ni la apoyó, lo cual conforma un sustento muy débil teniendo en cuenta el duro sexenio que afronta.

Morena se encuentra estancada. Nuestro pueblo no es tonto, y ha dado cuenta de que la 4T incluye a un altísimo número de ex priistas, comenzando por su impulsor Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que militó en el PRI a lo largo de 14 años; pasó al PRD de donde saltó a fundar Morena, pero en la lista también están, Olga Sánchez Cordero, Rocío Nahle García, Manuel Bartlett, Esteban Moctezuma Barragán, Santiago Levy, Alfonso Durazo Montaño, Irma Leticia González Sánchez, Napoleón Gómez Urrutia, Julio César Chávez, Antonio Castañeda Verduzco, etc. la lista es interminable. 

Cuando se analizan la enorme cantidad de viejos caudillos, y ex priístas que integran Morena entendemos que significa la definición de "Cuarta Transformación". La 4T es la gran máscara de Lucha Libre que hace aparecer como "progresistas" a los viejos caudillos del PRI, pero salvo eso, no existe en nuestro país ninguna "transformación". Al contrario, tras el sexenio de AMLO y Morena, el México capitalista está entre los países mas cruelmente desiguales del mundo en el cual solo el 10% de la población acapara el 79% de la riqueza, mientras el 50% del pueblo está condenado a vivir en la pobreza, como lo indica el informe que puedes leer aquí.

El dominio de las multinacionales, los banqueros, y las clases dominantes más ricas de nuestro país contrasta con la pobreza de nuestras comunidades, pueblos originarios, regiones enteras que carecen de los servicios mas elementales como agua, luz o vivienda. Y como si todo esto fuera poco, el "capitalismo de la 4T" ha dejado impunes los crímenes y asesinatos que constituyen las violaciones a los derechos democráticos como desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, junto a miles de asesinatos y desapariciones. Todo el estado mexicano es un horrendo escudo defensor del machismo, asociado a la Iglesia Católica, y nos ha regalado un sexenio donde los feminicidios, el abuso, y la trata de personas se han desarrollado con crueldad y fuerza.

La 4T es también un sexenio en el cual se han aplastado los derechos de millones de mujeres. Todo este espantoso panorama de desigualdad, crisis, pobreza, e inseguridad es lo que ha llevado a millones a rechazar las elecciones con la abstención y el voto nulo, y no es casual que en un país con un 50% de la población en la pobreza, prácticamente el mismo porcentaje de la población es el que se ha negado a participar del circo electoral.

Un gran paso adelante: El llamado al boycott electoral

Además durante el sexenio capitalista de la 4T ha avanzado la notable putrefacción, y descomposición del estado capitalista expresado en el desarrollo de los cárteles de la droga, negocio capitalista horroroso que implica la muerte diaria de sectores populares, y el desarrollo del "negocio" de la seguridad en manos del corrupto ejército de nuestro país. Es bien sabido que estos cárteles financian generosamente a los partidos capitalistas que se presentaron en las elecciones 2024, y han colocado a muchos de sus representantes como candidatos. 

Pero si bien se ha expresado un panorama de rechazo generalizado a las coaliciones y candidatos capitalistas en las elecciones 2024 se ha expresado fenómeno embrionario, pero enormemente progresivo: El llamado público al boycott electoral. Numerosas organizaciones sociales, defensoras de los derechos democráticos, y políticas hemos convocado al boycott, y hemos llamado a la abstención o al voto nulo, lo cual implica toda una novedad en el panorama político del país.

Por un lado las familias de los más de 110 mil personas desaparecidas convocaron a colocar el nombre de sus seres queridos que están buscando; bien tachando toda la boleta con el nombre, o poniendo su nombre como candidato no registrado para que el Estado se encargara de averiguar sobre la identidad y búsqueda de la persona votada. 

A grosso modo, calculábamos que si por lo menos de 9 a 10 familiares de las víctimas de desaparición en nuestro país anulaban su voto o pusieran el nombre de la persona que buscan en la boleta electoral, estaríamos hablando de 1 millón 100 mil votos. La cifra oficial fue superior en 300 mil votos nulos, que sumados a los 83 mil 114 votos por candidaturas no registradas, se ubican en 1 millón 483 mil votos. En las elecciones de 2018, cerca de 1 millón 600 mil personas anularon su voto, se presume que al menos 38% lo hicieron de manera voluntaria, sin embargo, en esta ocasión notamos un cambio cualitativo en la conciencia de la clase trabajadora mexicana.

Salieron a luchar las familias de las personas desaparecidas, encabezadas por valientes activistas como Mary Carmen Trejo, y los combativos colectivos de búsqueda de desaparecidos, que lanzaron varios llamado públicos a anular el voto colocando los nombres de familiares en las boletas. También impulsaron este llamado organizaciones sindicales como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), llamando al boicot a las elecciones como la sección 7 del CNTE en Chiapas, o la Sección 22 en Oaxaca, jornada que fue de impacto nacional, ya no de manera focalizada en Oaxaca, sino también en Chiapas y en alguna parte de la norte del país. 

También un sector de las policías comunitarias en Guerrero, también otras comunidades del Itsmo de Tehuantepec impidieron que se instalaran las urnas como acuerdo de las asambleas comunitarias, Otro sector en resistencia que realizó el llamado a boicotear las elecciones, fue el CIPOG-EZ. así como se sumaron las madres autónomas de Oaxaca, además de compañeros y compañeras del Comité por la Liberación de Palestina, anulando su voto con consignas como "¡Desde el río hasta el mar, Palestina Vencerá!" y condenas en contra del Estado genocida de Israel. 

Toda esta campaña tuvo un importante logro: Casi 1 millón 400 mil votos nulos, con las mas combativas convocatorias y una campaña clara de boycott a la farsa electoral de la clases dominantes. Quizá a último momento la aparición de tan vasta cantidad de agrupaciones hizo que no tuviéramos tiempo de lanzar una coordinación común, pero queda como una tarea pendiente en adelante, en la medida en que podamos avanzar en acuerdos. Desde La Marx México, hicimos nuestra humilde aportación a esta campaña de boycott a las elecciones 2024 con un llamado que puede leer aquí, y estamos orgullosos de colocar este granito de arena como un gran paso en la lucha por la independencia de clase, en el camino de un México socialista.

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